HISTORIA








El Husky Siberiano es una raza de perro de trabajo oriunda del oeste de Siberia (Rusia) en el límite conFinlandia


CHUKCHIS   Esta raza presenta un acusado parecido con el lobo: De mediano tamaño, puede pesar entre 16 y 29 kilosy medir de 51 a 60 centímetros de altura. Originalmente fue criado por la tribu Chukchi, en la que se utilizaba como perro de compañía, para pastorear a los ciervos, tirar de los trineos y mantener calientes a los niños; en la actualidad se encuentra en muy diversas zonas del mundo.ESPAÑA.EE.UU






Fueron llevados a Alaska desde el año 1908 y continuamente durante dos décadas debido a la fiebre del oro. Fueron empleados para tirar de trineos, y especialmente para la carrera All-Alaska Sweepstakesque comprendía 657 Km. desde Nome hasta Candle ida y vuelta. De menor tamaño, más rápidos y de mayor resistencia que los perros comunes (entre 45 y 54 kg) usados en general, los siberianos inmediatamente dominaron la carrera.

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                       BABY CHALLENGER
       

      

  • HUSKYS FAMOSOS
  • TOGO LA VERDADERA HISTORIA DE UN HEROE   
  •  famoso líder del grupo de trineo de Leonhard Seppala 
  • Togo
  • Pequeño, oscuro, compacto, sordo ante las alabanzas que lo ensalzan, irreverente, con aspecto de zorro, salvo cierta pose y esa respuesta confiada a las órdenes, como un verdadero 
  • siberiano, con su inmutable y desvergonzada mala fama.Togo nació en el criadero de Seppala en en Little Creek, en   Alaska en 1915 o 1916. Llevaba el nombre del famoso almirante japonés. Su padre era Suggen, el siberiano líder de Seppala que ganó las carreras de 1914 y 1915. Su madre era una hembra llamada Dolly. Fué el único cachorro de la cría y según Seppala era solitario, a veces hosco y siempre travieso. Su primer dueño fué Victor Anderson, que lo devolvió a los 6 meses cuando ya se convirtió en una molestia. Luego Seppala se lo dió a una mujer que quería una mascota, pero a pesar de los cuidados de la señora, Togo repetidamente rompía su cadena o saltaba por la ventana y volvía a Little Creek. Finalmente, aceptando lo inevitable, Seppala decidió quedarse con el perrito. Encantado de estar nuevamente en el único lugar que le gustaba, Togo paseaba por la tundra o corría suelto junto al trineo diariamente. Esto le daba mucho placer al cachorro, pero pronto comenzó a irritar a Seppala porque Togo se deleitaba pasando rapidísimo al lado del equipo y buscando la oportunidad mordía en las orejas a alguno de los perros y se escapaba rápidamente. Cuando Seppala planeó un viaje a Dime Creek en Noviembre, dejó a Togo en un corral de 2.10 mts de alto de alambre tejido con las instrucciones de que no soltaran al cachorro sino hasta 2 días después de que hubiese partido. Esa noche Togo saltó y casi se escapa, quedó colgado boca abajo del alambre que se había clavado en la pierna. Cuando lo soltaron no se preocupó por la herida, sino que se desvaneció en la noche. Seppala había acampado en Salomon esa noche. Cuando partió a la mañana el equipo comenzó a tirar con una fuerza inusual y creyó que habían sentido el rastro de un ciervo. Cuando subió el sol y amainó el viento vió lo que parecía ser un zorro en la senda mas adelante, pero pronto casi sin poder creer lo que veían sus ojos se dió cuenta de que era Togo. En ese momento el cachorro hizo su treta de cargar contra los perros y morder las orejas. Cuando le vendó la pata esa noche decidió que no había otra cosa que hacer al día siguiente mas que poner el cachorro en un arnés con el resto de los perros. Lo puso bien atrás en el equipo tal como se hace con los perros nuevos, para poder controlarlo. Una vez que estuvo en el atalaje el cachorro se comportó como un veterano. A medida que transcurría el día y seguía trabajando mejor que los adultos, iba avanzando posiciones hasta que al final del día estaba compartiendo la punta con el experimentado perro líder. Seppala no podía creerlo, era un cachorro de 8 meses que nunca había estado en un arnés, con una pierna lastimada y que en su primer día había viajado 120 km. A partir de ese día Togo se convirtió en el favorito y siempre se podía depender de el. Aún cuando maduro, Togo pesaba solo 23 kilos. A medida que pasaban los años, su fuerza, velocidad y resistencia lo convirtieron en una leyenda en toda Alaska. Luego se convirtió en líder absoluto del equipo en 1918 y se calculaba que recorrió unos 8000 km convirtiéndose en el perro mas viajado del mundo. En 1925 Seppala volvió a confiar en Togo para la corrida del suero. De los veinte mushers que llevaron el suero de Nenana a Nome, 674 millas de diatáncia, el hombre que condujo en las peores condiciones, fue el gran Leonhard Seppala de Alaska. Y el perro que condujo al equipo de Seppala en un trazado de doscientas y sesenta millas, incluyendo el desplome del hielo del ría de Norton Sound, eran el mismo perro demostró un impresionante expediente como lider de un equipo ganador -- Togo, un pequeño siberiano, el verdadero héroe del suministro del suero. Togo dedicó todo su ser en ganar esta grandísima carrera, después de la cual, no pudo volver a competir. Pero el largo y penoso viaje de 544 km dejó su marca en el viejo perro que quedó permanentemente rengo desde entonces. El segundo tramo a recorrer, entre Bluff y Nome era de 55 millas. Este tramo final a Nome, fue recorrido por Kaasen y el conocido Balto. Este tramo, se volvió realmente difícil, y Balto, con gran valor, supo seguir el rastro de regreso a Nome. Muchos se apenaron cuando los periodistas le dieron todo el crédito a Balto, uno de los perros de la segunda línea que usó Gunnar Kasson para llevar el suero los últimos 80 km hasta Nome. Los reporteros simplemente le pasaron la impresionante carrera de Togo a Balto y lo publicaron como "el mas grande líder de carreras de Alaska". En consecuencia la estatua que se erige en el Central Park en Nueva York en conmemoración de este evento, lleva el nombre de Balto en vez de Togo. Cuando Togo murió en la casa de Mrs. Elizabeth Ricker en Poland Spring, en el estado de Maine en diciembre de 1929, su cuerpo fué llevado al museo Peabody en la Universidad de Yale, donde fué embalsamado. Fué llevado al museo Shelbourn cerca de Burlington, en Vermont donde cada verano acuden muchísimos admiradores de los siberianos para honrar a este perro que simboliza las palabras de la estatua de Balto en el Central Park. Dice así: Dedicado al indómito espíritu de los perros de trineo que llevaron el suero 960 km por el áspero hielo a través de las traicioneras aguas pasando las ventiscas árticas, desde Nenana para dar alivio a la aquejada Nome durante el invierno de 1925.Espero que os guste y que os haya aportado algo bueno.


     
    Sí, también hay perros que han sido héroes como es el caso de Balto a quien, gracias a su hazaña, la historia lo inmortalizó para siempre. Nadie está lejos de realizar una gran proeza. Hay héroes en la medicina, en las artes, en la ciencia, en la paz, en la valentía y lo han alcanzado gracias a su propio esfuerzo y sabiduría, cuando cada héroe ha dado todo de sí mismo para el bien de los demás. Bajo la etiqueta “Historias de Héroes” mencionaré muchos relatos de quienes han merecido nuestra admiración y respeto como es el caso de Balto.
    Les cuento que en 1925, el solitario pueblo de Nome, ubicado en el noroeste de Alaska, sufría una epidemia de difteria, una terrible enfermedad contagiosa que atacaba principalmente a los niños menores de cinco años y a los ancianos de avanzada edad. El único médico del pueblo se comunicó con el hospital de Anchorage, a mil setecientos kilómetros de distancia para solicitar dosis de vacunas para todos los habitantes de Nome, aunque tenían un problema: el transporte. Todas las vacunas se habían acabado y a la caída de la noche, comenzaban a escucharse el dolor de los padres y familiares que veían morir a sus hijos sin poder hacer nada.
    ¡Pronto, necesitaban las vacunas! Era la única forma de sanar a los niños y al resto de la población que comenzaban a contagiarse. Pero, ¿cómo buscarla? ¿Cómo atravesar el crudo invierno? Los dos únicos aviones habían sido desarmados por las condiciones del tiempo, pero aunque dos pilotos se ofrecieron como voluntarios, pero tanto el gobernador como sus consejeros, optaron por los perros de trineo.
    El lunes 26 de enero, las vacunas son enviadas en tren hasta Nenana, donde llega a las once de la noche del día siguiente. Allí es recogida por el conductor del primer tiro de perros, que lo pasará al siguiente y así hasta 20 relevos para transportarla a lo largo de los mil kilómetros que separan Nenana de Nome, a donde llega el 2 de febrero. Entre los conductores que participan en esta carrera de relevos contra la muerte, se destaca Leonhard Seppala, quien guiado por su perro Togo, recorre 400 kilómetros. Leonhard Seppala salió de Nome queriendo llegar a Nulato para descansar y volver con las vacunas, pero al llegar a Shaktoolik se encontró con Gonangnan así que volvió camino de Nome. Leonhard cogió las vacunas en Norton Somad con -30ºC. Y eso, créanme, es mucho frío.Después de recorrer 91 millas Seppala le entregó las vacunas a Charlie Olson en Golovin. Seppala y su equipo de perros, incluido Togo, su perro guía, habían recorrido un total de 260 millas, 418 Km. Olson entregó el suero a Gunnar Kaasen que recorrió las 53 millas restantes hasta Nome guiado por su perro Balto. Por supuesto, Togo es un gran héroe, tan héroe como Balto, pero el último tramo fue de todos el más difícil, las condiciones del tiempo habían empeorado a tal punto que tanto el cielo y la tierra eran imperceptibles. Sólo guiado por el instinto de Balto, las vacunas llegaron a tiempo para parar la epidemia. El esfuerzo que realizaron hombres y perros despertó tanta admiración que, en el Central Park de Nueva York, se alzó una estatua de bronce del Balto en recuerdo de los 20 equipos de perros que participaron en el evento.   
                       





La película está inspirada en una historia de la vida real sobre una expedición japonesa de 1957 (Año Geofísico Internacional), en donde, un grupo de científicos, entre otros: el guía de supervivencia Jerry Shepard (Paul Walker), el cartógrafo Charlie Cooper (Jason Biggs), y el geólogo de la UCLA, Dr. Davis McClaren (Jason Biggs), el cual se salva de un terrible accidente gracias a la ayuda de los seis perros de la raza Husky siberiano y dos de la raza Malamute de Alaska que lo transportaban en su expedición investigadora. Debido a esta emergencia médica y a que se acercaba una poderosa tormenta, se ven obligados a evacuar una estación científica en la Antártida bajo unas terribles condiciones meteorológicas. Por falta de espacio en el transporte, los perros son abandonados a su suerte, convirtiéndose en protagonistas de esta odisea. Tras la promesa que el guía les hace a sus perros de volver prontamente por ellos, a Jerry Shepard le niegan el permiso para volver a la Antártida a rescatarlos porque las condiciones meteorológicas no eran las más favorables. Tenía que esperar hasta agosto, época en la cual llega la primavera al Polo Sur con el equinoccio vernal.

Mientras tanto, sus perros trataban de sobrevivir a estas terribles condiciones climáticas, puesto que el Polo Sur tiene uno de los climas más fríos del planeta. Los canes estuvieron varios meses varados en la Antártida. Los huskys siberianos paulatinamente se fueron debilitando ante la ausencia de su amo, no obstante, sus instintos salvajes se despertaron para sobrevivir. Uno de los perros se murió en la base al no lograr librarse de las ataduras que evitaban que éstos deambularan por la estación experimental; otro murió al caer por un barranco pequeño por estar persiguiendo una aurora austral. Los demás huskys siguieron su camino. Jerry Shepard viajó primero a los Estados Unidosbuscando apoyo económico infructuosamente y posteriormente a Nueva Zelanda para organizar una expedición y así poder rescatar a sus adorados perros o "chicos", como él se les refería a sus canes. Al verlo en dicha situación, sus amigos incondicionales Charlie, Davis y Katie (Moon Bloodgood), lo acompañan en su expedición hasta la Antártida. Encuentra a 6 de los 8 perros incluyendo a Maya, su mejor perra y la líder alfa de la manada ,para posteriormente llevarselos de regreso a casa.

La versión original japonesa de esta película se llamó Nankyoku Monogatari, conocida en EUA como Antartica, la cual fue estrenada el 23 de julio de 1983.












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