martes, 5 de junio de 2012

Estoy adquiriendo mi perro en el lugar correcto



En este artículo ha sido redactado para ayudar a los futuros propietarios a la hora de elegir un criador. A continuación se indicaran algunos rasgos en los que se debe uno fijar antes de adquirir un perro y el por qué debe huir uno de los “criadores particulares”, “macrocriaderos” y las tiendas.





¿Estoy adquiriendo mi perro en el lugar correcto?


El buen criador:

          Tiene un gran conocimiento sobre la(s) raza(s) que cría y sus ejemplares: morfología, carácter, genética,…

          Se centra en criar una raza, dos o tres, como máximo.

         Permite que el posible comprador acuda a su criadero, incluso te anima a hacerlo.

         Te proporciona todo tipo de información sobre sus perros.

        Es sincero a la hora de hablarte de sus ejemplares, te comenta tanto sus virtudes como sus defectos.

          Trata a sus perros como si fueran parte de la familia.

          Te enseña a todos los cachorros y te habla sobre ellos (nadie los conoce mejor que la persona que los ha visto crecer).

          Te muestra a los padres y demás perros de su propiedad.

         No le preocupa ni molesta que le hagan muchas preguntas, al contrario se muestra orgulloso de que se interesen por sus perros.

          No vive de la cría, no tiene muchos reproductores ni saca camadas constantemente.

          Realiza cruces con la finalidad de quedarse cachorros para él.

          No exprime a sus hembras: no las hace criar hasta su segundo (2º) celo como mínimo, y no las cruza si estas tienen más de cinco (5) años, ni se desprende de ellas una vez hallan alcanzado dicha edad. No le sacará más de tres (3) camadas a los largo de su vida.

          Se interesa por conocer cómo y dónde vivirá el cachorro. Quiere que sus perros caigan en buenas manos.

          Te entrega el cachorro con su correspondiente pasaporte/cartilla sanitaria, vacunado, desparasitado, con microchip, inscrito y con contrato de compra-venta, mostrando compromiso.

          No entrega ningún cachorro antes de las ocho (8) semanas de vida.

          Se ofrece a asesorarte sobre la raza, su educación y adiestramiento durante toda la vida del perro.

          Se preocupa por mantener el contacto con aquellas personas que han adquirido perros suyos.



Los buenos criadores tienen bien cuidados a sus perros, por ello:

          Aparentemente no manifiestan ninguna enfermedad: piel tersa, buen pelo, vitalidad,…

          Tienen la cartilla sanitaria al día.

          Son alimentados con pienso de calidad y siempre disponen de agua fresca.

          Tanto el perro como su entorno están limpios.

          Las perreras no son minúsculas y disponen de una caseta en la que resguardarse.

          Los perros salen a diario.

          Están expuestos y acostumbrados a toda clase de ruidos.

          Ante nosotros muestran curiosidad. No hay timidez ni agresividad.





Los llamados “criadores particulares”


Estos personajes alardean de que sus perros y cachorros reciben un trato más “familiar”, desvirtuando el trabajo de los criadores asegurando que sus perros tienen escaso trato y son utilizados como mero instrumento para sacar beneficios económicos. Pero esta es la realidad:

Particulares 
criadores



Escaso conocimiento sobre la raza que crían incluso sobre sus perros.

Gran conocedor de la raza, sus perros, educación, alimentación, adiestramiento, y demás temas relacionados con los cánidos.

Poseen una única pareja de perros, no conocen ni les importa si son buenos ejemplares y/o buenos reproductores.

Gran cantidad de perros han pasado por sus manos, conocen las virtudes y defectos de cada uno de sus ejemplares, y sólo crían con los mejores, 

Generalmente crían con perros que se parecen a “x” raza, pero sin ningún documento oficial que acredite su registro.

Buenos conocimientos sobre genética. Crían con perros inscritos, pues preservar la raza es una de sus finalidades.

Ven en la cría un negocio para sacar unos euros extras. No se preocuparan en adquirir buenos ejemplares, solo perros que “le hagan el apaño”.

Tienen una buena economía, y ésta no depende de la cría. Pueden comprar los perros que deseen, y si alguno tiene algún defecto no sienten que sea una pérdida, pues no tienen la necesidad de utilizarlos a todos como reproductores, para sacar más camadas y más dinero, no lo necesitan, y lo que sacan de beneficios lo vuelven a invertir en sus perros.

Cuando tienes un problema con el cachorro que les compraste, desaparecen.

Tienes sus datos, te ofrecen contratos de compra-venta, hay un compromiso por su parte.

Escaso conocimiento sobre el cuidado de camadas, no realizan todas las desparasitaciones correspondientes, los perros son entregados sin vacunar o con una sola vacunación, sin microchip y antes de la edad correcta. Se los quieren quitar cuanto antes, pues cuanto más tiempo estén con ellos, más gastos.

Revisiones veterinarias constantes, desparasitaciones continuas, vacunaciones correspondientes a la edad del cachorro, no entregan perros antes de haber cumplido las ocho semanas.

Cualquiera de estos rasgos pueden corroborarse, solo hace falta tener una pequeña conversación con estas personas que se publicitan como “criadores particulares” para dase cuenta de sus escasos conocimientos e intenciones, que distan mucho de los criadores, siempre refiriéndonos a aquellas personas con grandes conocimientos sobre la raza y perros en general, para los que la finalidad de la cría es preservar la raza con su distintiva morfología, carácter y funcionalidad.





Macrocriaderos o fábricas de cachorros.


Se dedican igualmente a criar a diestro y siniestro sin conocimiento alguno con perros de procedencia dudosa. Los mayores macrocriaderos están situados en los países del Este y sus perros son exportados al resto, aunque ya también tenemos en España, personajes de la misma calaña, con sus propios “macrocriaderos”.

Los perros permanecen encerrados durante toda su vida, criando camada tras camada, en cubículos diminutos y llenos de excrementos. El único contacto que reciben por parte de los seres humanos es el que le proporciona el encargado de echarles la comida cuando les llena el cuenco, y ni eso, porque normalmente mueren de hambre y deshidratación. No son supervisados por ningun veterinario, muriendo generalmente de parvovirosis y moquillo, enfermedades muy comunes en los cánidos. Aquellos que logran sobrevivir algunos años, se convierten en perros neuróticos con mil y un problemas psíquicos. Cuando ya son demasiados mayores para criar son sacrificados.

El 70% de los cachorros nacidos de estos perros llegan con cartillas sanitarias falsas y enfermos, muriendo a los pocos días de haber sido adquiridos por una nueva familia.

Se realizaron grabaciones sobre el lamentable estado en el que viven los perros de los macrocriadero, para ver el video pinche aquí.





Tiendas de mascotas

Normalmente los cachorros de los que se abastecen las tiendas que venden animales, provienen de macrocriaderos, por lo que es lo mismo que comprarlos directamente.

Las tiendas se decantan por estos, porque venden sus perros a muy bajo precio pudiéndole luego ellas ganarle mucho más con la venta de un cachorro. En general, el perro es vendido con un pasaporte falso, sin vacuna alguna y con una garantía vírica, reponiéndote el cachorro si tras su compra a los pocos días fallece, pues sabiendo de donde procede es lo mas común. Son muchos los casos de personas que tras morírsele el primer cachorro adquirido y reponérselo, le sucede lo mismo con el segundo, terminando por desistir.

También decir que normalmente los perros procedentes de dichas fábricas, aunque sean vendidos como de determinada raza, suelen ser cruces, incluso suele haber confusiones de razas si los cachorros son de aspecto un tanto parecido de pequeños: Perros de Agua vendidos como Caniches Enanos y similares.




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